Joaquín Oloriz y José Mesky son amigos de la infancia, de la vida, de la calle, de crecer en un pueblo chico, aunque nunca compartieron escuela, ni universidad, ni ciudad de residencia hasta hace pocos meses. Ambos abandonaron Trenque Lauquen en su adolescencia para estudiar Arquitectura, pero el destino hizo que siguieran por caminos diferentes en CABA y Mar del Plata hasta que ahora, instalados nuevamente en esta ciudad, se encontraran para darle vida a Mangrullo uno de los flamantes estudios de arquitectura.
Y cuando decimos flamante es flamante. El 29 de enero abrieron sus puertas en un local céntrico, una vieja casona de calle Avellaneda que ellos mismos –dicen- pusieron en condiciones para la atención a sus clientes.
La idea de trabajar juntos fue ganando espacio a lo largo de los años. Joaquín dejó el DiGe para estudiar Arquitectura en CABA donde trabajó luego en la Universidad y en la espacio público en el Gobierno de la Ciudad y en Nación en áreas de obras e infraestructura. José viajó a La Feliz para sus estudios universitarios luego de su paso por la ENET y también realizó tareas para Nación en áreas de desarrollo habitacional. Compartieron proyectos, se anotaron en concursos de arquitectura juntos, algunos ganaron, y cuando se instalaron en Trenque Lauquen nuevamente abrieron Mangrullo. El nombre, tiene que ver con la identidad del pueblo, al que extrañaban y querían volver.
En la cuenta de Instagram de Mangrullo los chicos publican sus obras y destacan concursos de los que participaron y obtuvieron premios, algunos en soledad y otros en colaboración con otros profesionales. Se destacan: Primer premio en el Concurso Nacional de Ideas para la Refuncionalización del Boulevard Los Reartes en Villa Ciudad Parque, Córdoba; primer premio en el Concurso Nacional de Ideas para la Refuncionalización y Puesta en Valor del Ex Muelle de Elevadores del Puerto de Ingeniero White y segundo premio en el Concurso Nacional de Ideas Paseo Temático «Todos Hermanos» en el Valle de Merlo, San Luis. Además han tenido menciones de honor en otros y publicaciones en la prensa especializada de estos proyectos como Clarín Arq.
“Estuvimos en una decena de concursos y en 4 de ellos sacamos premios nos gusta participar en ellos porque te dan la posibilidad de competir con los mejores, medirte y obtener devoluciones de las cosas que vos pensabas de una manera y te amplía la mirada”, contaron a este diario.
Un dato hasta que no mencionado es que Mangrullo tiene una tercera pata. Baltasar es arquitecto bahiense actualmente radicado en España donde se especializa en bio construcción. Participó de proyectos junto a los trenquelauquenses y los chicos lo consideran un socio más, aunque no está en la ciudad es parte de la relación y fuente de consulta on line.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
“Siempre pensamos en trabajar juntos nos encontrábamos en las vacaciones y planificábamos el futuro. Cuando aún no vivíamos en Trenque Lauquen ya hacíamos proyectos para obras en la ciudad” entre las que se destaca un complejo de dúplex en zona céntrica.
“Ahora estamos en Trenque Lauquen. Somos de charlar y pensar cómo vemos el trabajo, planificamos el año y sentimos que cumplimos los planes de este año, se dio lo del local, y comenzamos y teníamos dos direcciones de obras privadas en viviendas; ahora vamos a hacer un proyecto para Pellegrini y un local comercial en la ruta donde la implantación de empresas grandes con determinada tipología ha elevado la vara del sector”, sostienen.
“Queremos seguir creciendo, instalándonos, entendemos que el contexto va a mejorar, vendrá un momento de activación y de apostar a la ciudad, refaccionar, acondicionar, construir. Las familias van mutando con los años y hacer la obra no es sólo levantar la construcción sino también ir modificando lo existente, nos gustan los desafíos distintos”, dijeron los jóvenes arquitectos de la ciudad.
Mangrullo, la arquitectura para el tiempo que viene
